Marruecos, reino de esclavistas
Mohamed Salah Larosi
El Aaiún ocupada, 17 de marzo de 2019.
Imágenes como
estas se pueden ver en directo hasta hoy en día. Los protocolos de la casa real
marroquí conllevan una serie de actos tan deleznables como el besamanos, la inclinación
reverente como gestos de sumisión ante el rey, quien se autoproclama como comendador
de los creyentes.
Desgraciadamente, esto sucede en pleno siglo
21 en Marruecos donde la esclavitud sigue latente, pero la acuñan erróneamente con
el “patriotismo, lealtad, etc.”. Se trata de un país en el que las esferas políticas
y los órganos del Estado son impregnados en las dinámicas esclavistas, por
ende, generan un discurso para legitimar su cometido. De hecho, los medios comunicación
oficiales marroquíes se refieren a sus ciudadanos con términos esclavistas
tales como: “súbditos, subalternos,…”
Dicho esto, no
ha de extrañarnos la decisión de Estados Unidos que ordenaron, el pasado
jueves, que altos cargos de la diplomacia marroquí e integrantes de la legación
de Marruecos residentes en Nueva York, y la embajada alauí en Washington, abandonaran
el país americano en respuesta a una denuncia del departamento de justicia de
EE. UU. contra el cónsul general de Marruecos y su exmujer.
La justicia estadounidense acusó a los diplomáticos
marroquíes de trata de personas,
comercio y tráfico de personas, y fraude en los visados.
Commentaires
Enregistrer un commentaire